Cunha, Juan

Reseña biográfica

Poeta uruguayo nacido en Sauce de Illescas en 1910.

Inició su actividad literaria en plena adolescencia. Autodidacta, asesorado siempre por su compañera, Wilda Belura, desarrolló parte de su obra con elementos del surrealismo, mezclando estrofas clásicas con con un estilo propio que identificó siempre sus versos.

Su amplia obra poética se inició en 1929 con el libro “El Pájaro que vino de la noche”, seguido entre otros de “Guardián oscuro” en 1937, “Cuaderno de nubes” en 1945, “Variación de Rosamía” en 1952, “Niño solo” en 1956, “Tierra perdida” en 1959, “A eso de la tarde” en 1961, “Pastor perdido” en 1966, “De cosa en cosa” en 1968, “Palabra cabra desmandada” en 1971, “Enveses y otros reveses” en 1981, “Plurales” en 1984 y “Árboles” en1985.

Falleció en Montevideo en 1985.

A mi espalda

El que fui vuelve llorando, y no hay manera

De aplacar su pena sola.

El que fui viene llorando: es sólo un niño

Que no puede con la tarde.

Le diría que se vaya,

Que ya no tengo más aquellas láminas

Con paisajes, donde una luz de atardecer duraba;

Donde pasaba un ángel con un aro

Mas no tengo valor para volverme.

Él me toca en el hombro, y se detiene

Alelado: no comprende; y llora aún más.

Cómo arreglarme un rostro ya para enfrentarlo.

Y se queda. Y reincide. Y calla luego.

(La luz, final, vacila; sale la brisa; algo tiembla)

Cuando no es más que un niño desvalido

Y solo, que no puede con la tarde.

De “Carpeta de mi gestión terrestre” 1956-1959

Allá donde las lagunas son el cielo…

Allá donde las lagunas son el cielo

Tuve mi vacación de vacas verdes

El viento era un caballo sin escalas

y yo me le sentaba firme al flete

El sol

Era un melón

La tarde

Una sandía

Y la vida

La vida una pura gana

De morder y morder manzanas

Pero de esto hace mucho

De “Enveses y otros reveses” 1981

Aquella vez y allá cuando solía…

Aquella vez y allá cuando solía

Allá y aquella vez tengo presente

Pero es sólo un recuerdo solamente

Lo que se dice fue quién lo diría

Un tiempo nadie nunca lo sabría

Una vez y un allá que hay en mi frente

Un allá y una vez lejanamente

El entonces y el donde que decía

Sucede alguna vez de tal manera

Sucede que sucede entonces era

Allá donde te dije que recuerdo

Sin duda qué sé yo pero es el caso

Que lo tengo presente paso a paso

Donde ay tanta cosa olvido y pierdo

De “Cancionero de pena y luna” 1953

Cómo no estás en mis arterias

Si eres flor cómo no estás fija en un tallo

Apenas balanceada por este aliento que abrasa

Si eres paloma cómo zureando no huyes

Cuando se acerca el cazador rojo de furia roja

Si eres vela cómo no te vas ligera

Como las velas que el río se lleva entre sus dedos

Si eres mi sangre cómo no estás en mis venas

Pasando y repasando mi corazón que no duerme

De “El pájaro que vino de la noche” 1929

De pronto emerge y sobresale un nombre

Hoy anda Cármelo en el aire

No sé de golpe escucho Cármelo

y Cármelo otra vez al poco rato

Pues claro que no es más que el solo nombre

Que me entresuena hoya tantos años

Ya tantísimas leguas transcurridas

Cármelo le decían por Carmelo

A cierto muchachón que hacía parte

Del personal de estancia de mi abuelo

En Molles del Pescado allá en mi tiempo

De chiquilín ya premocito

Ay en benditos breves días

Cármelo allí ensillaba un pangaré

y rumbeaba pa el puesto de Las Chilcas

Por ejemplo o salía a echar las vacas

Y a lo lejos ya Cármelo llegaba

Y de vuelta otra vez por los caballos

Y galopando irrumpe la tropilla

De variados pelambres y relumbres

Y ya entre polvaredas y tropeles

O que adónde fue Cármelo

Lo mandaron temprano hoy hasta el pueblo

Y regresaba Cármelo a la noche

Con el flete sudado hasta la cola

y era Cármelo siempre al otro día

Era aindiadito el mozo y medio tuerto

Con una nube blanca por lo menos

En un ojo que usaba entrecerrado

Y no le daba un muy airoso aspecto

Mas entre el personal hacía juego

Que era algo así de tres a cinco peones

Entre los pardos y negros y otros tonos

Bueno pero por qué me vuelve el nombre

Que lo escucho decía como náufrago

En este aire hoy tan de otra época

Y Cármelo a esta altura quién lo dice

Quién lo pronuncia que lo escucho nítido

y en más de una ocasión lo oí esta tarde

Como llegando de distintos rumbos

Entre otras cosas que la tarde nombra

Cármelo que decían por Carmelo

Pero hoy ya es sólo el nombre sin el hombre

Con otra dimensión y en otro orden

Justo las siete letras recompuestas

Las que reordena el aire y ratifica

y por decir Carmelo insiste en Cármelo

De “Palabra cabra desmandada” 1971

El pajarito y el pez…

El pajarito y el pez

Éste abajo aquél arriba

O justamente al revés

Según de donde se mira

Al uno le ves el lomo

Pues y al otro la barriga

Cuestión de situar el ojo

y en cada caso entrever

La cauda la coda el codo

De modo que toda vez

Las mires de todos lados

y más que nada al través

Sale el signo inesperado

La señal que yo me sé

y hasta el indicio olvidado

De “A solicitud de los pájaros” 1957

Guitarreos

Una tarde rayada de garúas

Recuerdo el viento aquel como un cuchillo

Pero entonces qué gracia era en el tiempo

Que uno no le hace ascos al destino

La recuerdo patente y hoy quién sabe

Por qué es que la memoria la ha traído

Una tarde de invierno como tantas

Pero hoy viene del fondo del olvido

Tantos otoños mismo legua a legua

A descampado invierno y desabrigo

Tal vez de más atrás de espacio y tiempo

Me llegó su humedad su olor su frío.

De “A eso de la tarde” 1961

La nostalgia de mi tierra…

La nostalgia de mi tierra,

de mi campo, el de otro tiempo,

me anda siempre por las sienes,

la nostalgia de tierra.

Me anda siempre por las sienes

y se me asienta en el pecho.

A veces es nube y pájaro,

a veces galope y eco,

a esa majada, esa tropa,

y yo silbando, tropero.

Paisanos de serio rostro,

ancha mano y gesto lento,

paisanos de serio rostro,

cuando me ausento a las veces,

cuando me ausento a las veces

al paso me los encuentro.

De noche veo fogones

con ruedas de mate y cuentos.

De noche veo fogones

y el llanto de las guitarras.

Y el llanto de las guitarras

que a rachas me trae el viento.

La nostalgia de mi pago

me pone triste el acento.

Viene de allá, campo afuera,

y se me va pecho adentro.

De “A eso de la tarde” 1961

Lejos la ciudad lejos…

Lejos la ciudad lejos

Lejos su absurda rueda dura girando sin sentido

Ah la ciudad sin pájaros libres ni horizontes

Y tan sólo en lo más alto de las torres un poco de ansia del cielo

La ciudad que es una hélice vacía enloquecida de movimiento

Ah la ciudad que cierra el alma con sus frías sucias manos

Y que no oye la oscura angustia de los hombres.

Aquí sólo el campo la soledad desmesurada de los campos

La soledad extraña del campo que invade el espíritu de cosas lejanas

Y el silencio llega como un pájaro huraño al anochecer a pasar la noche en el monte del alma.

Porque aquí el recuerdo se va hacia todos los vientos en cada alborada

Y vuelve como los pájaros todos los atardeceres con un canto lejano cerrado en el pico

Y el corazón a cada latido amanece una esperanza nueva que tiene algo del cielo.

De “El pájaro que vino de la noche” 1929

Me voy le dije al alba…

Me voy le dije al alba

Me voy me voy a la alborada

A mi mano derecha oí zorzales

A la zurda un caballo relinchaba

El saltamontes de cintura breve

Me saludó tres veces por la grama

Lento el arroyo su cuchillo nuevo

Cortaba largo a largo la mañana

De “Triple tentativa” 1954

Quiero saber a qué ladera…

Quiero saber a qué ladera

Rueda la luz cuando te espero

Hay una brisa o mano tierna

Que quizás sepa de tu pelo

Pero decime dónde pongo

Estas palabras como gotas

No sé dónde asomar los ojos

A qué lado volver la boca

Escúchame es azul y lejos

No tengo indicios sólo piedras

Ya ni dónde buscarte tengo

Ni cómo hallarte que yo sepa

Es que nunca vi claro creo

Ni menos supe cómo eras

De “Enveses y otros reveses” 1981

Repaso

Veinte años hizo ayer que yo llegaba

Del campo, con mis pájaros- qué lío.

Y aquí, de torre a torre, los soltaba

Con temblores aún de bosque y río.

Y hoy me encontré que de su vuelo y pío.

No más, sino la ausencia, me quedaba.

Ninguno de mis pájaros cantaba.

Y miré sin un ala el cielo frío.

Veinte años. Tantos días. Pena tanta.

Tanta tanta nostalgia acumulada

Y acumulada espina en la garganta.

Qué será de mi monte y mi torrente.

Adónde, adónde, adónde mi bandada.

Eran veinte los años; y hace veinte.

De “Hombre entre luz y sombra” 1955

Vine para decir tu primavera…

Vine para decir tu primavera

Digo para nombrar dulce tus aves

Por abrirte las flores que tú sabes

Para hacerte de todas la primera

Era hermosa la tarde y cómo era

Si la evoco de pronto ya ni cabes

Eres tarde infinita ya sin llaves

Estás en donde esté y yo te quiera

Que estás en donde estoy hoy y te quiero

Ya no me importará decir me muero

Porque no será cierto de seguro

Pero vine no más para decirte

Que ya no podrás irte ni morirte

Por más que se haga triste y ponga oscuro

De “A eso de la tarde” 1961

Y aquello solo allá…

Y aquello solo allá

Y a tanto tiempo

Árboles piedras

Animales que pastan

Lo demás todo quieto

Que si algo se mueva

Si no es el relámpago

Será tan sólo el viento

O alguna vez la lluvia

Que baja en largos hilos

Al apearse del cielo

Cuando un pájaro grita

Le contesta el silencio

O no contesta nadie

Y quedamos en eso

Y aquello solo

Callado

Lejos

De “Enveses y otros reveses” 1981

Ya casi se me fue la tarde…

Ya casi se me fue la tarde mira

Como decir un vuelo un aire nada

No más un ademán una mirada

Y lo demás se calla y se suspira

Viene la brisa vase vuelve gira

Se entretiene un momento de pasada

Y es tan breve la dulce luz dorada

Y tan hermosa es quién no delira

Mas casi se me fue y no sabré cómo

Pronto no la veré cuando me asomo

Ya no sabré y adónde diré adónde

Por dónde se alejó por cuál recodo

No la veré al momento y será todo

No está diré ni sé dónde se esconde

De “A eso de la tarde” 1961