Ulloa Pereira, Luis de
España (1584-1674)
A las lágrimas en una ausencia
Esta postrera esencia del cuidado,
destilada de afectos oprimidos,
si un tiempo fue la voz a tus oídos,
hoy es de mis finezas el sagrado.
en las aras que erige mi tristeza,
halle la culpa de vivir sin verte
de tus desconfianzas acogida.
Y mientras llega la postrer fineza,
recibe, Celia, en prendas de mi muerte
estas señales de mi triste vida.
Alma, no puede ser, estás cautiva,
a redimirte en vano te dispones,
¿qué importará que limes las prisiones,
si has de quedar esclava y fugitiva?
no en la cadena, por dureza esquiva,
admiración ni lástima propones,
que de la fuerza de sus eslabones
no hay libertad que sin envidia viva.
Forjólos el amor de la belleza,
en que mezcló el cariño y el recato
la discreción, la gala, talle y brío.
No será que se gaste tu fineza,
ni se podrá romper, que con el trato,
ha perdido la fuerza el albedrío.