Author Archives: Javierpah

Arriaza, Juan Bautista

ESPAÑA, 1770 – 1837

¡CUÁN TRISTE VIVIR!

¡Cuán triste vivir!
Morir por la patria,
Vivir en cadenas
¡cuán triste vivir!
Morir por la patria,
¡qué bello morir!

Partamos al campo,
que es gloria el partir;
La trompa guerrera
nos llama a la lid:
La patria oprimida
con ayes sin fin
convoca a sus hijos,
sus ecos oíd.

¿Quién es el cobarde,
de sangre tan vil,
que en rabia no siente
sus penas hervir ?
¿Quién rinde sus sienes
a un yugo servil
viviendo entre esclavos,
odioso vivir ?

Placeres, halagos,
quedaos a servir
a pechos indignos
de honor varonil;
que el hierro es quien solo
sabrá redimir
de afrenta al que libre
juró ya vivir.

Adiós hijos tiernos
cual flores de abril;
adiós, dulce lecho
de esposa gentil:
Los brazos, que en llanto
bañáis al partir
sangrientos, con honra,
veréislos venir;
mas tiemble el tirano
del Ebro y del Rhin,
si un astro a los buenos
protege feliz.

Si el hado es adverso,
sabremos morir…
morir por Fernando
y eternos vivir.
Sabrá el suelo patrio
de rosas cubrir
los huesos del fuerte
que expire en la lid:
Mil ecos gloriosos
dirán: “Yace aquí
quien fue su divisa
triunfar o morir”.

Vivir en cadenas,
¡Qué bello morir!

LA GUARIDA DE AMOR

Amor, como se vio desnudo y ciego,
pasando entre las gentes mil sonrojos,
pensó en buscar unos hermosos ojos
donde vivir oculto y con sosiego.

¡Ay Silvia!, y vio los tuyos, vio aquel fuego
que rinde a tu beldad tantos despojos,
y hallando satisfechos sus antojos,
en ellos parte a refugiarse luego.

¡Qué extraño es ver ya tantos corazones
rendir, bien mío, los soberbios cuellos,
y el yugo recibir que tú les pones,

si a más de que esos ojos son tan bellos,
está todo el Amor con traiciones,
haciéndonos la guerra dentro de ellos!

PERDÍ MI CORAZÓN

Perdí mi corazón -¿lo habéis hallado,
ninfas del valle en que penando vivo?-
ayer andando solo y pensativo,
suspirando mi amor por este prado.

Él huyó de mi pecho desolado
como el rayo veloz, y tan esquivo
que yo grité: “Detente, ¡oh fugitivo!”
y ya no lo vi más por ningún lado.

Si no lo conocéis, como en un ara
arde en él una hoguera, y cruda herida
por víctima de Silvia lo declara.

Dadlo, por vuestro bien, que esa homicida
lo hizo tan infeliz que donde para
mi corazón, ya no hay placer ni vida.

RECUERDOS DE AMOR

Suave sería el labio de mi musa
modular solitario sus congojas,
al son del agua y silbo de las hojas
de selva y río en variedad confusa;
tal vez allí la ilusa
copia de mis pesares,
en tan nuevos cantares
sanara que envidioso a mis recreos
el ruiseñor, en circulares giros
bajara y repitiera entre gorjeos
lo que yo le cantara entre suspiros.

La vi deidad, y me postré a adorarla,
y por volver el ídolo benigno,
la prosa olvido, y me dedico a hablarla
en el lenguaje de los dioses digno.
De entonces fue mi signo
pintar en mis canciones
sus dulces perfecciones;
¡y cuánto, oh cielos, su beldad me humilla!
que es a su lado mi elocuencia parca.
Un hilo de agua que en el campo brilla,
y el ancho mar que casi el mundo abarca.

Hijos mis versos, Silvia, de tus ojos,
cuando mi amor mirabas indecisa,
tras de mil que engendraron tus enojos
volaron mil nacidos de tu risa;
Oh, cómo se divisa
en unos aquel frío
de tu ingrato desvío,
y en otros un calor que al mismo exceda
con que el torno del eje diamantino
la gran masa del sol rápido rueda,
ardiendo en fervoroso remolino!

Tú los cantabas, Silvia, ¡en qué lugares!
¿Te acuerdas de la selva en que habitamos,
que remedaba el ruido de los mares
con el sordo susurro de sus ramos?
Muramos, ¡ay! muramos
de vergüenza y disgusto;
que aún en algún arbusto
se ve escrito que en todo el universo
fuerza no habrá que a separarnos baste;
y aún está allí tu letra, allí mi verso;
¿y dónde está la fe que me juraste?

Los sauces pintarán con elegancia,
bajo el imperio de los euros roncos,
en sus fugaces hojas tu inconstancia,
y mi tristeza en sus desnudos troncos;
destemplados y broncos
murmurarán los vientos
de aquellos juramentos
cuando desafiaste a aquella roca
a firmeza… ¡oh dolor! ¡y ahora es aquella
en la que sólo estampo yo mi boca,
porque sólo tu nombre encuentro en ella.

Tal lo dispuso irremisible el hado;
encubra el velo lúgubre y espeso
que oculta el porvenir, lo ya pasado.
Silvia, murió el amor; mas no por eso
te ofendas de que impreso
subsista en mi memoria;
que si hay alguna gloria
en conmover los bellos corazones
con dulces metros llenos de ternura,
y esto se diere a mí, serán lecciones
de tus gracias, tu fuego y tu hermosura.

Y como corren a la mar undosa
las claras aguas por el campo ameno,
a ti mis versos; bríndales, hermosa,
tu blanda mano y tu mirar sereno;
guárdalos en tu seno;
y al abrigo de aquellas
cimas del Pindo bellas,
verá, de aliento y no de furia escaso,
el monstruo vil que por morderlos lidia,
que no se oye en la cumbre del Parnaso
el ladrar de la cueva de la envidia.

Arp, Jean

Escultor, pintor y poeta francés nacido en Estrasburgo en 1887.
Estudió arte en la academia Julian de Paris. En 1915, durante la guerra, se refugió en Zürich donde  participó en la creación del movimiento Dada junto a  Hall, Huelsenbeck  y Tzara, entre otros. En la década de 1920, radicado de nuevo en Paris,  trabajó intensamente en su obra plástica y publicó los poemas  “El pájaro entre los tres” en 1920,  “La chaqueta de pirámides” en 1924 y “Configuración” en 1930, todos de corte surrealista.
Durante la posguerra su obra plástica alcanzó grandes dimensiones, culminando obras monumentales como los murales de la Unesco en Paris y la Universidad de Harvard  en U.S.A. y obteniendo el  premio de la Bienal de Venecia en 1954.
Su aporte al arte abstracto y a las escuelas dadaísta y surrealista, marcaron la gran influencia que ejerció en el desarrollo del arte y la literatura en el siglo XX.
Falleció en Basilea en 1966. Continue reading

Aridjis, Homero

Poeta mexicano nacido en Michoacán en 1940.
Es uno de los escritores más prolíficos de México. Periodista, novelista y catedrático, fue becario de varias instituciones mexicanas, y profesor de literatura mexicana en varias universidades norteamericanas. En 1993 la Universidad de Indiana le otorgó el doctorado Honoris Causa. Ha desempeñado diversos cargos diplomáticos a través de su carrera: en 1972 fue agregado cultural de México en Holanda, y posteriormente,  fue embajador de México en Suiza. También dirigió el Instituto Michoacano de Cultura.
Su antología incluye sus obras más conocidas:
«Los ojos desdoblados», «Antes del reino», «Los espacios azules», «Tiempo de ángeles»
y «Antología Poética».

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Arghezi, Tudor

Seudónimo de Ion Theodorescu, poeta y novelista rumano nacido en Bucharest en 1880.
Después de terminar la escuela básica en Saint Sava High School, trabajó en diversos oficios para sostener sus estudios superiores. En 1896 publicó los primeros versos en la revista de su orientador Alexandru Macedonski, mostrando desde entonces su inclinación por la escuela simbolista.
Ingresó como monje en el monasterio Cordeleri y posteriormente  vivió en Paris y Suiza e Italia. A su regreso a Rumania en 1916, fue perseguido y encarcelado por su neutralidad política. Su primera publicación poética apareció en 1927 con el nombre de “Palabras adecuadas”.
Sus escritos contra la autoridad nazi establecida en Rumania durante la segunda guerra mundial, lo llevan de nuevo a la cárcel en 1944.
En 1965 recibió máximos honores y fue declarado por el gobierno como Poeta Nacional. Falleció en 1967. Continue reading

Aragon, Louis

Poeta, novelista y ensayista francés, nacido en París en 1897.
Después de sus primeros estudios en el Liceo Carnot , ingresó a la Universidad de Paris donde estudió Medicina.
Gran amigo de Breton y de Soupoult, fundó con ellos la revista
“Littérature” en 1919, liderando el movimiento dadaísta y surrealista.
Su primera colección de poemas “Feu de joie” en 1920, hizo eco del propósito de los Dadaístas por oponerse a los valores tradicionales
de las instituciones. Su adhesión al Partido Comunista en 1932 le hizo romper con Bretón  y los surrealistas, para convertirse en un gran defensor del realismo socialista. Durante la guerra militó en la resistencia francesa contra el nazismo, sirvió en el frente como auxiliar médico y publicó su famoso poema “Liberté” en 1942.
Su obra también encierra el amor por su esposa Elsa y la gran herida de no haber sido reconocido por su padre.
Desde 1955, desengañado de sus ideales políticos, se dedicó por completo a la literatura, añorando el tiempo de su juventud surrealista.
Falleció en Paris el 24 de diciembre de 1982.

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Arce, Manuel José

Poeta y dramaturgo guatemalteco nacido en Ciudad de Guatemala en 1935.
Fue una de las voces altas de la cultura guatemalteca. Fundamentalmente poeta, cultivó también con éxito el teatro. La intensidad y la profundidad de su obra lo llevaron a obtener importantes premios centroamericanos.
En la década de los ochenta debió salir de su país para exiliarse en Francia por las constantes amenazas de parte del régimen de Lucas García. Desde allí escribió unos duros poemas en contra del gobierno de Guatemala, publicados después de su muerte.
De su obra poética se destacan: «En el nombre del Padre» en 1955,  «De la posible aurora» en 1957, «Cantos en vida» en 1960, «Eternauta» en 1962, «Los episodios del vagón de carga» en 1971 y «Palabras alusivas al acto y otros poemas con el tema del amor» en 1978.
Falleció de un cáncer pulmonar, en el exilio, en 1985 en Francia. Continue reading

Apollinaire, Guillaume

Poeta, novelista y ensayista francés nacido en Roma en 1880.
Hijo natural del príncipe italiano Francesco Flugi d’Aspermont, quien lo abandonó desde muy pequeño, se trasladó con su madre a  Mónaco recibiendo allí la educación primaria.
A los diecinueve años se radicó en Paris donde inició una fulgurante carrera literaria. Fue columnista en “Mercure de France” y en 1903  fundó “La revue inmoraliste”.  Amigo de importantes escritores y pintores de la época, fue gran impulsor del cubismo y el surrealismo, aportando obras  célebres como “Caligramas”,  “Alcoholes” y “Zona”  que influyeron notablemente en las generaciones posteriores.
Obtuvo la nacionalidad francesa y se alistó como voluntario en la primera guerra mundial. En 1916 fue herido de gravedad, falleciendo dos años más tarde cuando aún no se recuperaba de sus heridas. Continue reading

Ángel Silva, Medardo

Poeta ecuatoriano nacido en Guayaquil en 1899.
Recibió una cuidadosa educación en el colegio Vicente Rocafuerte  de su ciudad natal.
Muy joven quedó huérfano de padre, situación que lo llevó a trabajar en diversos oficios para mantener su familia.
Fue uno de los precursores de la poesía modernista de su país.
En 1915 fue columnista del diario “El telégrafo”, bajo los seudónimos Jean D’Agreve” y “Oscar René”. En ese mismo año fundó la revista Letras y Renacimiento donde recogió el pensamiento de  poetas como Verlaine, Baudelaire y Rubén Darío, cuya influencia fue notoria en su corta carrera literaria.
Su espíritu melancólico y depresivo lo llevó a quitarse la vida en 1919.
Gran parte de su obra permanece aún inédita debido a que su única publicación, “El árbol del bien y del mal” en 1918, sólo contiene parte de su producción. Continue reading

Ángel Montoya, Alberto

Poeta colombiano, nacido en Bogotá en 1902.
Cultor de un tono romántico trabajado en sonetos magistrales.  Enamorado de la bohemia, del amor y de la mujer en niveles de suma elegancia, el poeta mereció el calificativo de maestro del soneto galante. Y eso fue, con toda justeza y exactitud.
Su vida estuvo dedicada a la poesía de modo exclusivo. Sus diversos libros, entre los cuales se destacan «La vigilia del vino»  y «El alba inútil», fueron reunidos en un solo volumen con el título de «Lección de poesía».
Falleció en 1970. Continue reading